Recientemente, la Universidad de Nagoya en Japón ha desarrollado una tecnología que puede prolongar la vida útil de las células fotovoltaicas de "perovskita", que son flexibles y pueden fabricarse a bajo coste, entre 2 y 4 veces. Puede ampliarse hasta unos 20 años, alcanzando un nivel comparable al de las células fotovoltaicas convencionales fabricadas con silicio. La universidad estudiará métodos de fabricación con empresas y se esforzará por lograr una aplicación práctica en la segunda mitad de la década de 2020. Esto promoverá la popularización de una nueva generación de células fotovoltaicas que ayudarán a reducir los gases de efecto invernadero.
Las células fotovoltaicas de perovskita se fabrican aplicando un material similar a un revestimiento sobre una película y un sustrato de vidrio. Se dice que el coste de fabricación se puede reducir a la mitad que el de las células fotovoltaicas de silicio. Si se utiliza una película muy fina sobre el sustrato, se espera que el peso se reduzca a una décima parte.